La arquitectura del Quatrocento rompe con la estética gótica y busca la inspiración clásica. El arquitecto renacentista no copiaba los antiguos modelos romanos sino que se basaba en sus formas, en sus órdenes, y elaborar así un lenguaje plástico renovado.
Este lenguaje clásico obtiene una imagen armónica, ordenada, rítmica, proporcionada y equilibrada, un todo unitario.
Los arquitectos se inspiraron en construcciones clásicas como arcos de triunfo, basílicas y termas para crear nuevos tipos de fachadas e interiores para sus iglesias.
Los arquitectos se inspiraron en construcciones clásicas como arcos de triunfo, basílicas y termas para crear nuevos tipos de fachadas e interiores para sus iglesias.
San Lorenzo es un ejemplo de iglesia renacentista florentina: Planta en T, con tres naves anexas al ábside, el transepto y las naves laterales.
Los arcos son de medio punto y no descargan directamente sobre los capitales de orden compuesto de las columnas sobre las que se apoyan, ya que entre capitales y en arranque de los arcos se introduce un entablamento. El techo es plano y decorado con casetones.
Los arcos son de medio punto y no descargan directamente sobre los capitales de orden compuesto de las columnas sobre las que se apoyan, ya que entre capitales y en arranque de los arcos se introduce un entablamento. El techo es plano y decorado con casetones.
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